Aranceles y armado de autos: ¿qué tanto puede afectar al sistema automotriz en México?

La reciente imposición de aranceles por parte del gobierno de Estados Unidos ha puesto en jaque al sistema automotriz en México. En abril, la producción de vehículos en el país se desplomó 9% en comparación con el mismo mes del año anterior, como consecuencia directa de los ajustes operativos realizados por las armadoras para anticiparse al nuevo escenario comercial. Así lo revelan los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

¿Qué está pasando con la producción automotriz?

Durante abril, se ensamblaron en México 326,069 vehículos ligeros. Esto fue una reducción de más de 32,000 unidades en comparación con el mismo periodo de 2024. Esta caída se debe, en gran parte, a las decisiones de las armadoras, que querían adelantar exportaciones o ajustar sus operaciones.

Acciones, que iban con la intención de reducir el impacto del nuevo arancel del 25% que anunció el presidente Donald Trump.

Uno de los casos más representativos es el de Stellantis, cuya producción se desplomó 46.7% en abril tras anunciar pausas en sus plantas de México y Canadá. En contraste, Ford logró mantener su ritmo productivo con un aumento marginal de 0.3%, sumando 38 mil 505 unidades ensambladas. De enero a abril, la automotriz estadounidense incluso logró un crecimiento acumulado del 10.2%.

A nivel nacional, el acumulado de producción entre enero y abril de 2025 fue de un millón 299 mil 554 vehículos, lo que representa un crecimiento de apenas 0.94% frente al mismo periodo del año anterior.

¿Cómo impactan los aranceles?

Los aranceles son impuestos que se aplican sobre productos importados o exportados, en este caso entre México y Estados Unidos, el principal socio comercial del sector automotriz nacional. Esta medida puede elevar significativamente los costos de los vehículos mexicanos en el mercado estadounidense, afectando su competitividad y reduciendo la demanda.

Las consecuencias ya se reflejan en las cifras de exportación, que cayeron 10.8% en abril con el envío de 256 mil 953 autos. En total, se dejaron de exportar más de 31 mil unidades respecto al año anterior. El impacto fue particularmente fuerte para las marcas alemanas y asiáticas: Volkswagen redujo sus exportaciones en 44.4%, Audi en 33.7%, BMW en 32.6% y Mercedes Benz en 43.9%.

¿Hay respuesta desde la industria?

Frente a este panorama, los representantes de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), la Industria Nacional de Autopartes (INA) y la Asociación Mexicana de Distribuidores Automotores (AMDA) han delineado una estrategia para mitigar el impacto de los aranceles y evitar una desaceleración mayor.

Durante la presentación del reporte mensual del sector, se reconoció que abril fue un mes atípico debido a factores estacionales como la Semana Santa, que también influyeron en las cifras. No obstante, la preocupación por el entorno internacional motivó el diseño de seis acciones clave:

  1. Aprovechamiento del nearshoring: Reforzar la posición estratégica de México para atraer inversión y producción, minimizando riesgos logísticos.
  2. Cumplimiento del T-MEC: Garantizar el respeto a las reglas del tratado para conservar ventajas arancelarias.
  3. Fortalecimiento regional: Impulsar a proveedores locales y nuevas alianzas dentro de América del Norte.
  4. Diversificación: Explorar nuevos mercados y proveedores fuera del eje México-EE.UU.
  5. Innovación y automatización: Modernizar procesos para aumentar eficiencia y reducir costos.
  6. Monitoreo comercial: Seguir de cerca los cambios regulatorios para reaccionar de forma oportuna.

Un sector resiliente en tiempos complejos

Aunque el golpe es evidente, la industria automotriz mexicana ha demostrado resiliencia en crisis anteriores. Si bien los aranceles representan una amenaza seria, también abren la oportunidad de replantear estrategias y consolidar al país como un centro clave para la producción y exportación de vehículos, más allá de su dependencia del mercado estadounidense.